La anterior semana en las clases de Turismo observe un video de liderazgo, al finalizar hablaba de la retroalimentación, fue este aspecto lo que más me llamo la atención y podría decir que me impacto fuertemente.
La retroalimentación lo entendí como una forma positiva de tratar a los subordinados, a motivarlos, a darles confianza, a darles libertad y sobre todo a tener autoestima. Hasta aquí todo está bien; sin embargo después de un par de semanas unos docentes en plena sesión de clases corrigieron a sus alumnos incorrectamente, un par de ejemplos:
- Un estudiante se equivocó en diferenciar algunos conceptos, inmediatamente la docente dijo: “el que me hace igual le pongo cero (0)”.
- Otro caso es que los estudiantes no repasaron a tiempo las fichas del día, el docente dijo: “a este paso la mitad del salón no aprobará”.
Estos docentes ¿motivaron a los estudiantes?, ¿brindaron confianza?, ¿les generó autoestima?... tomando en cuenta que ellos tienen que ser los líderes en un aula, al parecer ocurre todo lo contrario y no solo es en las clases de Turismo, sino que esto ocurre en cada lugar donde hay docentes y alumnos, donde el supuesto docente (guía) se las para jugando o amenazando con las notas. Entonces desde este punto de vista creo que este tipo de docentes necesitan unas cátedras de RETROALIMENTACIÓN.
SAUL CUSIHUALLPA HALIRE.
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